Descubre el Poder Transformador de la Fe
Jun 30, 2024
Querida Comunidad Parroquial,
¡Qué privilegio poder dirigirme a ustedes! Me causa gran alegría en el Espíritu Santo, porque en este escrito han colaborado dos feligreses de nuestra parroquia a los que admiro, respeto y doy mis gracias: Gaby Olivera y Manolo Sarmiento. ¿Cuándo te unes para que evangelicemos juntos?
En nuestro proceso de caminar y crecer juntos, hoy les propongo lo siguiente: la semana pasada se proclamó el final del capítulo 4 del Evangelio de Marcos. Hoy se proclama Mc 5, 21-43. Por lo tanto, tenemos que leer, si queremos crecer, Mc 5, 1-20; y les invito a que lo lean. En el relato de hoy vemos que Jesús es la mejor medicina, es el Salvador. Vayamos al relato.
Primero, versos 21 al 24 - un padre busca la cura para su hija. Segundo, versos 25 al 34 - una mujer con flujo de sangre busca con fe a Jesús y lo toca. Tercero, llegamos a casa de Jairo, versos 35 al 43 - mucho movimiento, mucha acción. Tres momentos que vamos a degustar y a profundizar. Dentro de la tensión H-P, lo heredado frente a lo propuesto, reflexionemos:
En la práctica de medicina antigua, el hombre santo y/o el curandero ejercían su "poder" por medio del contacto físico, o sea, la imposición de manos. Para profundizar: leer Lc 6, 19 y Mc 6, 5; Lc 4, 40 y Mc 7, 32; Mc 8, 23-25 y Lc 13, 13; Jn 9, 15 y Mc 16, 18. San Agustín de Hipona, un famoso teólogo y filósofo católico, habló extensamente sobre la necesidad de sanar el alma. En sus escritos, especialmente en “Las Confesiones” y “La Ciudad de Dios”, San Agustín destacó la importancia de la sanación espiritual a través de la gracia divina y la búsqueda de la verdad en Dios. Enfatizó que el alma humana está enferma por el pecado original y necesita ser sanada mediante la fe en Jesucristo y la vida en conformidad con los preceptos cristianos. Un sacerdote moderno que ha hablado extensamente sobre la necesidad de sanar es el Padre Henri Nouwen. Henri Nouwen fue psicólogo y autor prolífico conocido por sus escritos sobre la espiritualidad, la vulnerabilidad humana y la sanación interior. En muchos de sus libros, como "El regreso del hijo pródigo" y "La vida del amado," Nouwen aborda temas de sanación emocional y espiritual, enfatizando la importancia del amor, la compasión y la relación íntima con Dios como caminos hacia la curación profunda del alma.
La nueva receta, tocar el manto - vuelve a los versos 25 al 34 y compáralos con Mc 6, 56 y Mt 14, 36. Mira los elementos comunes, tanto Jairo como la mujer buscan a Jesús. La niña tenía 12 años y la mujer llevaba padeciendo 12 años. No hay vida ni en la niña ni en la mujer. Es Jesús quien lleva la vida, como dice la canción: "Es la vida de quien da la vida y quien da la vida es Jesús" y a ti, ¿quién te da la vida?
La verdadera medicina es la fe: seguridad, confianza. ¿Recuerdas el mantra de la semana pasada?... No tengas miedo, confía. Es decir, ten fe, una fe que va en contra de lo establecido. En los parámetros de la religión de Israel, la mujer era "impura” por padecer flujos de sangre; y la niña, por estar muerta, hacía "impuro" a quien entrara en contacto con ella. En esto aplica el principio H-P. Ahora piensa: ¿qué me pide Dios? ¿Con qué programaciones tengo que romper? Contrasta tu modelo y experiencia de fe con lo propuesto en el Santo Evangelio de hoy: luces, sombras, procesos. ¿Qué emociones experimentas en tu interior? ¿Qué te pide Dios? Recuerda: la medicina de Jesús nos levanta y nos resucita. Este es el anticipo de la resurrección de Jesús. Yo tengo mucho que sanar en mi vida; ustedes tienen mucho que sanar en sus vidas. Todos estamos en el mismo bote y lo que tenemos que sanar toca los mismos temas: adicción, relaciones íntimas, familia, traición y decepción. Todos nos producen dolor, sufrimiento, frustraciones; en fin, lo que percibimos como algo impuro, que nos duele y da vergüenza. Pero, Jesús es ese manto, ese contacto que solo tengo que acercarme y tocarlo y Él nos cura en medio del público; y ni la gente se da cuenta. No estamos solos, necesitamos a Jesús, solos no podemos. Para compartir una historia: una vez en Hato Rey me hicieron un comentario de que la persona que iba a entrevistar es adicto recuperado, que no lo empleara. Sin embargo, hice todo lo contrario. Todos los que conocemos a los graduados del programa de 12 pasos, ya sea de cualquier tipo de adicción - y noten que lo nuevo es sexo, apuestas y el comprar - sabe que esas personas salen con una fortaleza espiritual y de carácter insuperable. Y así fue. La persona se convirtió en un ejecutivo ejemplar y líder. La sanación nos hace más fuertes; de la debilidad nace la fortaleza en Jesús, decía San Pablo.
Para los valientes que quieren profundizar: lee y compara, Mc 5, 21-43 con Mt 9, 18-26 y con Lc 8, 40-56 y pregúntate, ¿de qué quiere Dios sanarme? ¿Cómo Dios me revive? Para las nuevas generaciones, busca en YouTube, de Gloria Estefan, Coming Out of the Dark; y/o de Pat Benatar, All Fired Up; también de Michael Bolton, Time, Love and Tenderness.
Para todos, busquen y disfruten, a la luz de nuestra oferta de lecturas litúrgicas para hoy, la 9na Sinfonía de Beethoven.
Contrastemos la introducción que la liturgia nos ofrece con la primera lectura de Sab. 1, 13-15 y 2, 23-24 y con el Santo Evangelio; y actualicemos la segunda lectura de 2 Cor 8, 7.9.13-15 con el tema de la migración y la exigencia de la solidaridad cristiana. De nuevo, ¿qué me pide Dios? Aquí debes profundizar.
Finalmente, para validar mis palabras del fin de semana pasado, comenté sobre la “Lectio Divina”, es decir, la lectura orante de la Palabra de Dios. Dependiendo de la escuela de la que nos orientemos, hay distintos pasos. Para mí, lo importante son los procesos. Les propongo, a la luz de las lecturas litúrgicas, cuatro pasos/procesos con preguntas reflexivas:
Haz la lectura del texto y pregúntate: ¿qué dice el texto? Sanación, limpieza de lo impuro, el infinito amor de Dios que nos lleva a la pureza, aunque por un camino que a veces no comprendemos.
Medita - es decir, basado en el relato, ¿qué me dice el texto? A nivel personal, ¿dónde debo sanar, qué debo limpiar de impurezas, qué debe renacer en mí?
Ora - con el relato como argumento, ¿qué me hace decir/a qué me mueve en la oración el texto?
Contemplación - recuerda, contemplar no es qué veo sino como veo. Hazte esta pregunta: ¿a qué me compromete/mueve el texto? Es decir, ¿cuál es/será tu compromiso para esta semana, basado en los relatos, en especial el Santo Evangelio?
Que Dios les bendiga con su infinito amor compasivo y misericordioso. Les quiere, P. Tito.